jueves, 23 de septiembre de 2010

Sutilezas: Hay que hacer trabajar al lector

Escribir ficción es , en el fondo, empeñarse a contarle a la gente cosas de las que no quieren saber nada. Y esto no se puede contar de manera directa, sino con sutilezas. En la vida pasa lo mismo. Nadie invita a su amiga a tomar el te , para servirle sandwichitos, sentarse delante de ella y decirle " mi marido me engaña". La otra se quedará fria, preguntando " ¿ para esto me invitó? " y seguramente se sentirá usada ...y ofendida. La manera de ser escuchada es decirle, de a poco " No estamos bien con Jorge ... cada dia llega más tarde siento que no me escucha ... le encontré una foto de una mujer desconocida en su agenda..." Ahí sí que tu amiga te prestará atención , porque estás tratando de que
1) ella se ponga en tu lugar y
2) sea ELLA quien te diga qué te está pasando a tí en TU Casa.

Ser escritor requiere el mismo esfuerzo y la misma arte de invitar a alguien a contarle algo, para que esa persona se ponga en tu sitio y ademas, ella saque la conclusión que TU quieres que saque. Si piensas por el lector, el relato se va a los caños. Hay que darle trabajo al lector, para que se sienta útil en el proceso de la lectura.

Todo relato excelente se podría arruinar en una frase. Un best seller como fue Love Story, de Erich Segal, podría resumirse con " chica hìppie conoce a chico de alta sociedad. En contra de la familia de él se enamoran , se casan y ella muere." la trama jamás tiene gancho : el gancho es cómo lo contamos. Y hay que contarlo con sutilezas, como tratando de que tu amiga invitada a tomar el te pare de hablar de sus benditos perros y gatos...y te escuche atentamente .

Por ejemplo, puedes escribir un relato sobre una mujer golpeada, que diga " ella es una mujer golpeada". Pero hay otras maneras de definirlo, que serían más propias de la misma mujer golpeada " se lavantó el cuello de la polera para que no se le vieran las marcas", " jamás sale sin grandes gafas de sol, y dice que tiene una conjuntivitis eterna" , o " tembló al sentir que él entraba a la cocina, pero se puso a silbar como si estuviera sola y tranquila en casa " , " al ver que él comenzaba rechinar los dientes ,ella salió a barrer el patio, que ya estaba limpio".

Que sea el lector quien decida que está pasando ahí.

1 comentario:

Tlacotzontli dijo...

Magnifico aporte. Bendición de los dioses de la tecnología que permitieron este descubrimiento.
Felicidades y gracias.