Se dice que el calor embrutece y el frío despeja . El calor me sirve para expresar esa pérdida del sentido de la realidad en la que se mueven todos mis personajes .
A través de la manipulación del lenguaje quiero crear un sentido un centelleo de sentidos que le dé al lector la impresión de un camino real que le permita también elaborar una imagen coherente del texto que está leyendo.
La señora Isabel Allende, según léi en un reportaje , tiene el punto G en la oreja . Yo lo tengo en las estructuras de tiempo limitado , como que una novela , Glosa, trascurra en 21 cuadras - . De modo que cada uno tiene sus placeres y es imposible luchar contra ellos. Esa es la originalidad de un escritor : la combinación nueva , peculiar , de una serie de elementos organizados de una manera y no de otra . Después viene el tono emocional , las ideas . Pero en general lo sensorial está mucho más presente de lo que uno cree en la construcción de una novela . Como hay palabras, se supone que es un discurso , pero no es así para nada . Es muy fácil llegar al discurso puro en el lenguaje . A mí me gusta el lenguaje espurio. Una prosa académica es siempre más aburrida que la de un loco . Los escritos de un ezquizofrénico tienen una fuerza muy particular en la que podemos ver una continua emergencia , un descontrol que no existe en lo académico , donde todo lo que se dice es convencional . ( Revista Radar ,1998)
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