miércoles, 24 de septiembre de 2008

Rodrigo Fresán y su sistema

Yo me divierto muchísimo escribiendo. Siempre digo que no me cuesta escribir: lo que me cuesta es sentarme a escribir . Encima tengo una casa con muchas puertas y mucha circulación, así que me la paso dando vueltas en círculo hasta que me agoto de caminar. Y cuando me canso, me siento a escribir para estar sentado. Además no tengo hábitos de escritura. Siempre digo que tengo una especie de envidia descarnada y descarada hacia las mujeres, porque no tengo la posibilidad de quedar embarazado. Me parece una injusticia .La persona que escribe todos los días de tal hora a tal hora me parece que pasa por un proceso muy parecido al embarazo. Yo veo muy claramente el momento en que se fecunda el óvulo de la idea de un libro. Y empiezo a tener mareos, náuseas ...es un período de gestación que siento físicamente en la cabeza , que me empieza a pesar . Después siento el libro en el cuello, después en los hombros , después en los codos , después baja por las muñecas y cuando lo siento en las manos, me siento y lo escribo , se cae : como un parto.Tengo momentos muy claros de mi vida que los viví como algo escrito . Es el último cuento de Historia Argentina es el único autobiográfico y el que todo el mundo piensa que no es autobiográfico . Yo tenía diez años, cuando una mañana de Navidad - muy estilo película de Frank Kapra- la triple A fue a buscar a mi madre, que no estaba . Mis padres vivían separados. Mi padre y mi madre se divorciaron y arreglaron como ocho veces. Como ella no estaba, me llevaron encañonado a mí en un Torino blanco, a dar vueltas por la calle. me acuerdo que eran unos tipos muy simpáticos, me encantó estar con ellos porque eran personas muchísimo más normales que mis padres, lo digo de verdad. me empezaron a preguntar sobre mi vida y mis padres y finalmente me dejaron en la Avenida santa Fé, sobre la puerta de un negocio de cerámicas que tiene mi abuela, la madre de mi padre. Cuando yo bajaba del Torino blanco apareció mi madre y le dijeron “Se baja él y subís vos “. Y apareció mi padre, diciendo “Si se la llevan a ella, me llevan a mí también “. Mi madre empezó a pelearse con mi padre, y les explicaba a los tipos de la Triple A que ella ya estaba divorciada, que no tenía nada que ver con él, y que no quería que la llevaran presa junto a él. Yo estaba parado en el medio. Se los llevaron ..Nos vimos obligados a no volver nunca más a esa casa, y la dejamos con todo. Yo estaba desesperado por haber dejado la biblioteca. No podía vivir sin mis libros. Un día le robé la llave a mi abuela y me fui con una valija a buscar los libros. Era muy raro: todo estaba como la mañana de Navidad , el museo de la nada. cuando estaba juntando los libros, escuché dos tipos que entraban. me metí en un ropero y creo que estuve ocho horas escondido ahí adentro como en la boca de una ballena, rodeado por mis libros . Salí gateando , y alucinado pensando que me iban a perseguir , y en vez de salir por la puerta de calle subí a la terraza . Mientras pasaba todo esto dejé de ser persona y me convertí en personaje de lo que me estaba pasando . no podía parar de pensar “Todo esto es un muy buen cuento “, como un mantra .Otra cosa que me pasó es que a los 18 años me consideré escritor. Escribí un cuento de un tipo que viaja a México para divorciarse . Después, ya grande y casado, viajé a México y me divorcié.Está todo escrito . Otro momento es cuando fuimos a vivir a Venezuela dejé de ir a la escuela . No me animé a contárselo a mi papá y Pensé : “mejor se lo cuento mañana “. Al día siguiente me puse el uniforme del colegio, tampoco fui , y dije : “No , mejor se lo cuento mañana “. Así durante un año y medio. En ese tiempo iba a una biblioteca y me ponía plazos. Decía : Cuando termine de leer todo Borges, le cuento a papá “. pero resulta que Borges mencionaba a Stevenson . Entonces yo decía : “Cuando termine todo Stevenson , le cuento .”Y así seguí leyendo , lo que me terminó dando una muy buena educación. Soy autodidacta. Eso terminó el día mi padre se enteró el día que necesitaba su número de documento y como no lo recordaba , llamó a colegio para preguntarlo. Yo para la Argentina tengo 5º grado de primaria, nada más Otro relato que tiene que ver con la escritura : Yo tenía una novia con la que habíamos hecho de las peleas un deporte olímpico : vivíamos para pelearnos . Tuvimos varios orgasmos con esas peleas en las que poníamos tal grado de pasión desaforada y sensualidad a la hora de la pelea que casi me animaría a decir que nunca más me volví a sentir. cada tanto me acuerdo y pienso “Qué bueno sería volver a pelearnos”. Me acuerdo que estábamos peleados y ella corrió. Yo corrí detrás de ella, no la alcancé . me metí dentro de la galería del Este y me choqué con algo que salió disparado. Cuando me acerco para tratar de ayudarlos, me di cuenta que era Borges a quien casi maté. Yo perdí la oportunidad de pasar a la historia como el tipo que mató a Borges. Mi novia estaba muerta de risa . Fue un choque con la literatura. /// Si bien mis padres se encargaron muy a conciencia de negarme la posibilidad de creer en Dios o en un ser supremo al cual rendir culto, yo sé que mi vocación desde que tengo memoria no fue ser presidente, ni astronauta, ni jugador de fútbol , algo a lo que estoy negado, porque nunca me regalaron una pelota ni me levaron a una cancha. En mi casa la biblioteca era un mueble de importancia tan radical como la heladera . Si bien ser escritor no era prohibitivo, mis padres no me alentaron . Nunca me pregunté de dónde se me ocurren las tramas. Mis problemas con la escritura pasan por cosas afueras de los libros..
Hay Marcel Proust , John Cheever , Kurt Vonnegut me encantan , pero ninguno me influenció al punto de decir “quiero escribir como esta persona”. Mis influencias son extraliterarias, que tienen más que ver con el cine, la música o la pintura. Hay un pintor que se llama Edward Hopper , que es uno de los mejores cuentistas de toda la historia de la literatura y es un pintor. Pero uno se para ante sus cuadros y ve una cosa perturbadora que muestra lo que ocurrió antes del momento en que pintó el cuadro y lo que va a ocurrir después . En el cine me formaron las películas con las que lloro, como Lawrence de Arabia, Casablanca cuando cantan la Marsellesa ...cuando uno aprende cosas no las aprende de forma lógica o intelectual. Después me enteré que los que cantan la Marsellesa ahí eran judíos escapados del gobierno nazi , por eso la cantan con tanto sentimiento. la nieve en El joven manos de tijera, de Tim Burton me conmueve mucho . En casi todos mis libros nieva. hay como una presencia de la nieve. Después, lo musical : Bob Dylan , sus frases largas y serpenteantes me hicieron sentir “esto es lo que yo quiero ser a la hora de contar “, la idea del ritmo . Tengo una actitud más de estudio de grabación que de escritorio. Al escribir pienso “Acá pongo las cuerdas , más allá los vientos acá efectos de sonido “Mis cuentos son muy sónicos . En La velocidad de las cosas hubo una influencia clarísima de la canción de los Beatles A day in the life , porque sigue la estructura de ese sonido final de orquesta apocalíptica, findelmundista. Y muchas veces escribo un cuento de 25 páginas empezando por la última , no por el principio . me gusta mucho la idea de desmembrar la historia, que no tenga una columna vertebral , que esté atomizada . Pero tal vez responda a cierta pereza de mi parte . Creo que el clasicismo es cada vez más exigente .(Charla del 25/11/98)

No hay comentarios: